26 marzo, 2010

Los adversarios y Jesús

Veamos el texto de Juan 10.22-42:

22 Por esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno,
23 y Jesús andaba en el templo, por el pórtico de Salomón.
24 Entonces lo rodearon los judíos y le preguntaron: —¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso? Si tú eres el Cristo, dínoslo con franqueza.
25 —Ya se lo he dicho a ustedes, y no lo creen. Las obras que hago en nombre de mi Padre son las que me acreditan,
26 pero ustedes no creen porque no son de mi rebaño.
27 Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen.
28 Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano.
29 Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar.
30 El Padre y yo somos uno.
31 Una vez más los judíos tomaron piedras para arrojárselas,
32 pero Jesús les dijo: —Yo les he mostrado muchas obras irreprochables que proceden del Padre. ¿Por cuál de ellas me quieren apedrear?
33 —No te apedreamos por ninguna de ellas sino por blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces pasar por Dios.
34 —¿Y acaso —respondió Jesús— no está escrito en su ley: 'Yo he dicho que ustedes son dioses'?
35 Si Dios llamó 'dioses' a aquellos para quienes vino la palabra (y la Escritura no puede ser quebrantada),
36 ¿por qué acusan de blasfemia a quien el Padre apartó para sí y envió al mundo? ¿Tan sólo porque dijo: 'Yo soy el Hijo de Dios'?
37 Si no hago las obras de mi Padre, no me crean.
38 Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a mis obras, para que sepan y entiendan que el Padre está en mí, y que yo estoy en el Padre.
39 Nuevamente intentaron arrestarlo, pero él se les escapó de las manos.
40 Volvió Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado bautizando antes; y allí se quedó.
41 Mucha gente acudía a él, y decía: "Aunque Juan nunca hizo ninguna señal, todo lo que dijo acerca de este hombre era verdad."
42 Y muchos en aquel lugar creyeron en Jesús.



Interpretación:
¿Quiénes son los que rechazan a Jesús en el mundo actual? Este pasaje entre otras cosas muestra a personas que rechazan a Jesús, personas que lo conocían, que han oído hablar de él y que vieron sus obras. Saben quién es Él, pero así y todo no lo aceptan. ¿Quiénes son los que saben de Jesús y no lo aceptan? En este caso se trata de aquellos que depositaban su fe en las obras que ellos mismos hacían. Son aquellos que no se dejan salvar o ayudar por Jesús.

Jesús les dice: “Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a mis obras, para que sepan y entiendan que el Padre está en mí, y que yo estoy en el Padre” (vs. 37-38). Es como si les dijera: “Ustedes me rechazan como Hijo de Dios, pero por lo menos fíjense en mis obras, para que sepan que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí.” Estas obras dan testimonio de que yo soy quien afirmo ser (v.25). Por lo menos han sabido que yo vine y que estuve entre ustedes, y que Dios cumplió su promesa, si bien no me han recibido.”

Es una palabra dura de Jesús: “Si no crees en mí (no me recibiste), por lo menos sabes que yo estuve aquí.” Jesús habla de aquellos a los cuales él mostró sus credenciales (obras) de Hijo de Dios y a pesar de eso no creyeron. A estas personas Jesús les dice: “pero sepan y sigan sabiendo que yo estoy en Padre y el Padre está en mí”.

¡Cuántos hay hoy que saben de Jesús pero no creen en Él! Han visto sus películas, oyeron sus historias, leyeron la Biblia, oyeron predicaciones, recibieron folletos evangelísticos, etc. Fe no es lo mismo que conocimiento. Eso está muy claro. Conocer es retener una información, pero fe es recibir, es apropiarse, es entablar una conversación, es establecer contacto con otra realidad a pesar de que no la veamos, es nacer de nuevo. La fe es un milagro que Dios produce. No puedo creer por mis propias fuerzas. De alguna manera, la fe implica un dejarse vencer por Dios, confesar mi miseria, confesar que estoy derrotado, confesar que soy culpable, confesar que no puedo amar a Dios ni a mi prójimo; y fe, es dejar que Jesús toque mi corazón y transforme mi vida.

Este pasaje habla de personas con el corazón endurecido, que no se dejaban tocar por Jesús. Eran las personas que se consideraban ritualmente puras y limpias, y que juzgaban a quienes eran extranjeros y galileos, que aborrecían a los cobradores de impuestos, y menospreciaban a las viudas. Eran los que no se examinaban a sí mismos. En verdad, tenían miedo de abrirse, temor de que Dios los cuestionara por sus malas acciones en la misma forma que ellos cuestionaban a los demás.

Pero para eso el Padre envió a su Hijo: para morir por nuestros pecados. El Padre dispuso que fuera Jesús, y no nosotros, quien sufriera el peso de la condenación y de la culpa. Dios quiso quebrantar y humillar a su propio Hijo, en lugar de hacerlo con nosotros. Y eso es por gracia, por su misericordia, es por su amor.

El llamado de Dios en este día, es un llamado a la fe en Cristo. A reconocernos a nosotros mismos como pecadores, y a ver a Dios con una mirada nueva. No como alguien que vino para condenar y para señalar nuestras faltas con un dedo acusador, sino como aquel que realmente es: Él es la fuente de agua de vida, él es la Luz del mundo, él es el Buen Pastor.

Que tus pecados y tus miedos no sean una excusa para acercarte a Dios, sino que entregándolos al pie de la cruz de Jesús, recibamos el perdón y el cariño con el cual Dios quiere colmarnos, mediante Jesucristo, su Hijo amado. Que este amor de Dios, nos ayude también a perdonarnos unos a otros, a olvidar las ofensas cometidas, por las cuales Jesús ya padeció. Y que animados por su amor, podamos reconocer en el otro ya no a un enemigo, sino a un hermano, así como Dios mismo, por medio de Cristo, nos reconoce como sus hijos amados.

Que en esta Semana Santa que ahora comienza, podamos renovar nuestra fe al pie de la cruz, sabiendo y creyendo por sobre todo esto: Que ya no hay por qué temer, Dios en Cristo te ha perdonado. Que la gracia de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, permanezca con ustedes. Amén.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo más buscado